lunes, 20 de mayo de 2013

Garcilaso de la Vega - Apolo y Dafne

A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que al oro escurecían.
De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
el árbol que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño!
¡Que con lloralla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!

Introducción "Memoria de mis putas tristes", G.G. Márquez

El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor con una adolescente virgen.

Esto es algo nuevo para mí. Yo era ignorante de las artes de la seducción y había elegido siempre a mi novia por una noche al azar, más por su precio de sus encantos, y habíamos hecho el amor sin amor, a medio vestir la mayor parte del tiempo y siempre en la oscuridad, por lo que podríamos imaginarnos a nosotros mismos como mejores de lo que se ... Esa noche descubrí el placer inverosímil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin las urgencias del deseo o los obstáculos de la modestia.
Es un triunfo de la vida que las personas de edad pierden la memoria de las cosas no esenciales.
No se masturban con el tiempo, el tiempo es una herramienta que talla lejos nuestro exceso, como un cincel chips de distancia de mármol para mostrar una obra de arte.
Nunca he ido a la cama con una mujer que no pagó ... el momento en que tenía cincuenta hubo 514 mujeres con las que yo había estado al menos una vez ... Mi vida pública, en cambio, carecía de interés: los dos padres muertos, un soltero sin futuro, un periodista mediocre ... y un favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar.

martes, 14 de mayo de 2013

El viejo y la mar - Hemingway

- El pez es también mi amigo - dijo en voz alta -. Jamás he visto un pez así, ni he oído hablar de él. Pero tengo que matarlo. Me alegro de que no tengamos que tratar de matar las estrellas. Imagínate que cada día tuviera uno que tratar de matar la luna - pensó -. La luna se escapa. ¡Pero imagínate que tuviera uno que tratar diariamente de matar el Sol! Nacimos con suerte, pensó.



Allá arriba, junto al camino, en su cabaña, el viejo dormía nuevamente. Todavía dormía de bruces y el muchacho estaba sentado a su lado contemplándolo. El viejo soñaba con los leones marinos.

lunes, 13 de mayo de 2013

El viejo y la mar - Hemingway

Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y éstos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos.


¿Por qué habrán hecho pájaros tan delicados y tan finos como esas golondrinas de mar cuando el océano es capaz de tanta crueldad? El mar es dulce y hermoso. Pero puede ser cruel, y se encoleriza tan súbitamente, y esos pájaros vuelan picando y cazando, con sus tristes vocecillas son demasiado delicados para la mar.
Decía siempre la mar. Así es como le dicen en español cuando la quieren. A veces, los que la quieren hablan mal de ella, pero lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más jóvenes, los que usaban boyas y flotadores para sus sedales y tenían botes de motor comprados cuando los hígados de tiburón se cotizaban altos, empleaban el artículo masculino, le llamaban el mar. Hablaban del mar como de un contendiente o un lugar, o aun un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino o como algo que concedía o negaba grandes valores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podia remediarlo. La luna, pensaba, le afecta lo mismo que a una mujer.

sábado, 11 de mayo de 2013

El mundo de Odiseo - Finley

En los siglos sucesivos se desplegó el milagro que fue Grecia. Al haber Homero convertido a los dioses en hombres, el hombre aprendió a conocerse a sí mismo.

viernes, 10 de mayo de 2013

Compendium

- He estado viviendo para ver si conseguía ser digno de ti.

- Nunca sería capaz de decir nada malo de ti.

- A diferencia del 99% de los casos, en lo cuales el acto sexual es meramente banal, esta sería una excepción, sería una experiencia mística que directamente me trasladaría a la Arcadia de Virgilio. Y el salir de la Arcadia sólo tiene un precio, el olvido.


y más cosas